Soberbia.
No dejar que descubras
que yo también tengo huecos
que también a mi
me tiemblan las piernas.
Envidia.
Ser todas las personas
que han pasado por tu vida
y que saben
todo lo que yo aún no sé.
Ira.
Notar como el aire se escurre
entre mis dedos
cuando golpeo en la nariz
a tus fantasmas
y tus miedos.
Pereza.
Cuando el sofá es una isla
en un océano sin horizonte
y tú te encaramas a mis brazos
y entonces
naufragar parece irremediable.
Avaricia.
Robar la tristeza de tus ojos, toda,
enterrarla en un lugar secreto
y luego marcar con una X
cada poro de mi piel
para que te entretengas buscando.
Gula.
Distraerme en los pliegues
de tus labios,
descansar bajo su sombra
y dibujar cada suspiro,
lograr que sonrías
y retomar entonces el camino.
Lujuria.
Un susurro
un roce
que estalla entre las sábanas.
Eres un cabrón.
ResponderEliminar¿Mande?
ResponderEliminarQue bonito escribes cuando te pones sensiblero
ResponderEliminarHilado fino. Mucho.
ResponderEliminarEnhorabuena.