jueves, 29 de octubre de 2009

Hay días así.

Llueve sobre las palmas de las manos
el té hace siglos que se ha enfriado
y las sábanas se retuercen en el suelo:
no encuentran el camino de vuelta a casa.

Las tardes son distancias insalvables
flotan, zumban, chocan contra los cristales
hay rumores que trepan las paredes
y la aguja del tocadiscos no quiere bailar.

Es triste la luz que moja las aceras
cuando las sombras se pisan entre ellas
cuando los pájaros se confunden con la noche
y el ruido de las ciudades es sólo eso: ruido.


1 comentario:

  1. Como hay días así, tendré que encontrarte una sonrisilla... asap

    Ana.

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