Hay días en los que en la televisión sólo hay sueños y esperanzas, y pide un crédito y cómprate este coche con llantas de aleación, y mira qué pelo más sedoso y brillante: ¡compra nuestro champú!, y si sonríes mucho en un casting, te pones esta camisa ceñida a tus abdominales y cantas canciones de Mikel Erentxun, te convertiremos en estrella.
Esos días el barro y las heridas en la rodilla y los roces, y los surcos de sudor en la axila, y el dolor de los músculos por cargar el pescado fresco en los camiones y ojos cansados frente a los libros cuando llegan los exámenes, todo eso, esos días, se nos olvida y creemos que los accidentes de avión son siempre culpa del piloto (o de la compañía que los explota), y que el Gobierno es responsable de las inundaciones de las casas construidas demasiado cerca de los ríos, y que la vida es injusta porque yo bailo mejor que los imbéciles de Fama.
Buscamos culpables, pero los culpables somos nosotros por hacer caso a la televisión (y a las películas de Disney, y a los libros de Paulo Coelho).
¡Bravo! ¡Plas plas plas!
ResponderEliminarMe arrodillo plenamente; con qué elegancia dice usted en dos párrafos lo que a mí me cuesta entradas enteras surtidas de blasfemias, rasgadas de vestiduras e invocaciones al Chápiro Verde.
La televisión mueve conciencias. Te olvidaste de nombrar a la princesa del pueblo. Y es que al final tenemos la TV que deseamos...
ResponderEliminarSaludos desde Barcelona,
Javier
Señor de las Moscas, yo me divierto mucho con sus blasfemias, sus rasgadas de vestiduras y sus invocaciones al Chápiro Verde.
ResponderEliminarJavier, efectivamente, por una vez a la "realeza" la hemos elegido entre todos. Y así nos va.
Gracias por pasaros por aquí :)
Yo también aplaudo. Perfecta entrada. Me ha encantado esta manera de escribir.
ResponderEliminarTe he encontrado por otro blog, y yo, que también soy muy curiosa, me he alegrado de haber pinchado sobre tu nombre.
Un saludo!
Creo que adivino desde donde llegas, Charlota :).
ResponderEliminarSé todo lo curiosa que te apetezca. Yo también me alegro de que pincharas en mi nombre y de que te haya gustado el blog.
¡Un saludo!
Me gusta ver que recuperas el ritmo y los admiradores Sr. Esperemos que no decaiga :)
ResponderEliminarAnita